domingo, 18 de mayo de 2014

¿Imposible o improbable?

Imposible es algo que no tiene facultad ni medios para llegar a ser o suceder. Improbable es algo inverosímil, que no se funda en una razón prudente. Puestos a escoger a mi me gusta más la improbabilidad que la imposibilidad, como a todo el mundo supongo. La improbabilidad duele menos y deja resquicio a una esperanza, a la ética. Que David ganara a Goliat era improbable, pero sucedió. Un afroamericano habitando la casa blanca era improbable, pero sucedió. Nadal desbancando del número uno a Federer, una periodista convertida en princesa, el 12-1 contra Malta...El amor, las relaciones, los sentimientos, no se fundan en una razón prudente por eso no me gusta hablar de amores imposibles, sino de amores improbables. Porque lo improbable es por definición, probable. Lo que es casi imposible que no pase, puede pasar...y mientras haya una posibilidad o media posibilidad entre mil millones de que pase, vale la pena intentarlo.
Hay momentos en la vida en que una sola decisión en un solo instante cambia irremediablemente el curso de las cosas. Cuando decides querer a alguien o no quererlo, cuando decides tirar para adelante, cuando decides mentir, traicionar, ocultar o cruzar la línea. Esa décima de segundo podrá hacer girar todo al lado oscuro o inundarlo de luz, podrá hacer de ti un héroe o un cobarde, podrá llevarte al cielo o al infierno, pero siempre será un lugar desde el cual no podrás volver atrás.

No hay comentarios:

Publicar un comentario