jueves, 16 de octubre de 2014

Yo tampoco lo sé...

Hay momentos en la vida en los que uno se plantea preguntas las cuales son difíciles de responder.
¿Quién soy? ¿Qué quiero? ¿Hacia dónde voy? 
Recordamos y añoramos cosas pasadas, que vemos siempre como la mejor época de nuestra vida sin darnos cuenta que en un futuro veremos este instante como estamos viendo lo que vivimos anteriormente.
Nos sumergimos en un estado de melancolía continua y no podemos apreciar lo bueno que nos sucede en ese momento...y que pasado el tiempo echaremos de menos como lo estamos haciendo ahora con esos momentos que en su día seguro que tampoco supimos valorar.
La vida nos coloca ante situaciones complicadas y no sabemos como enfrentarlas.
Yo siempre digo que hay que mirar la vida con una actitud positiva y ella te devolverá cosas positivas. Cuando todo te sale mal y piensas que ya no puedes tocar más fondo, de repente comienzas a ver un poco de luz al final del camino.
Te vuelves a ilusionar con pequeñas cosas, vuelves a creer en las personas y la sonrisa vuelve a ser la dueña de tu vida... Y eso siempre ha estado ahí, pero no hemos sido capaces de verlo.
Nosotros mismos decidimos si vivimos en una continua incertidumbre o si por el contrario aprendemos a vivir cada etapa como si fuera única.
Es normal no saber lo que quieres o hacia donde vas, tenemos que olvidarnos de la angustia de no saber que hacer o de la angustia del futuro, qué aburrido sería seguir un guión sabiendo el punto donde vas a acabar. Sabes que hay una casilla de salida y otra de llegada, pero las intermedias encárgate de que sean una aventura cada día.
Así que deja de pensar que deberías de saber qué tienes que hacer con tu vida, porque al igual que tú, yo tampoco lo sé.