domingo, 18 de mayo de 2014

El enamoramiento.

En 1924 un médico enumeró una a una todas la anomalías físicas y mentales que se producen cuando una persona se enamora. Al principio afirmaba que el enamoramiento tiene numerosas similitudes con procesos gripales, estado febril, dilatación de pupilas, palpitaciones, sudoración, temperatura alta y disminución de pensamiento periférico. El mal de amores cursa los primeros días como un catarro pero a lo bestia, hasta que el paciente se habitúa a la presencia de la persona amada. Después, los síntomas en lugar de remitir se multiplican, el enamorado pierde el apetito, pasa las noches en vela con gran ansiedad, y se entrega al aislamiento y a la soledad, y aunque el paciente sabe lo que le está pasando no hay antibiótico ni antigripal que le alivie. La vida sin la persona amada se convierte entonces en un infierno, en función del organismo afectado la recuperación puede ser de unos días o convertirse en una enfermedad crónica, desasosiego para toda la vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario